Desarrollo de las Habilidades Relacionales
Activación del Potencial Humano
Talleres-Formaciones-Consultas Individuales-Residenciales Monográficos
Desarrollo de un Taller de Constelaciones Familiares u Organizacionales
Este Método de Trabajo se fundamenta, cuando de Talleres Grupales se trata, en trabajar con representantes; existiendo la posibilidad también de hacer el trabajo en consulta personal .
El alcance de este trabajo no solo se limita a la persona que realiza su Constelación, sino también a su sistema familiar, ya que todos los miembros de éste están interconectados; cada movimiento que se realiza repercute en la totalidad del sistema. Además, el trabajo de una persona en su Constelación también llega al resto de participantes del Taller, las personas que están al servicio de la vida como representantes y el propio facilitador, ya que en esos momentos formamos un sistema con un mismo propósito, que no por casualidad coincidimos en el mismo espacio-tiempo, contemplando que resonaremos, en mayor o menor medida, con los temas-conflictos que cada cliente que constele trabaje.
Es decir, cada persona que asiste a un Taller de Constelaciones Familiares realiza un trabajo personal, tanto en su Constelación como en la de los demás: es muy común sentir que el rol o roles que experimenta cada persona como representante, está relacionado con aspectos de su vida e historia personal.
Las Constelaciones Familiares se realizan con varias personas que asisten a un mismo Taller y que no tienen ningún tipo de vínculo entre ellas. Es importante aclarar que aunque las Constelaciones Familiares se realizan en grupo, no es una terapia de grupo como tal, ya que la dinámica de trabajo es bastante diferente a lo que se conoce como terapia grupal. Reunidos todos, incluyendo el facilitador-constelador , se realizan sesiones que duran una mañana o una tarde, día completo o fin de semana. Cada asistente dispondrá de su turno para constelar y su Constelación durará aproximadamente una hora. Durante la Constelación, las demás personas pasan a formar parte activa del trabajo ya que van a ser escogidas para representar las vivencias del inconsciente de la persona que está constelando (trabajando su asunto). Se hace una breve pausa entre constelación y constelación.
El desarrollo habitual de un Taller es el siguiente:
Una vez ubicado y centrado el grupo tras una breve presentación y ejercicio de centramiento, se inicia la primera Constelación.
La persona que quiere constelar o sea, el/la cliente, se sienta junto al facilitador y define en una frase el tema que quiere constelar. Por ejemplo puede decir: “Quiero constelar la relación con mi madre”, “El conflicto que tengo con mi pareja”, ” La ansiedad que me acompaña desde hace mucho tiempo”, “Los problemas que mis hermanos y yo tenemos con relación a la herencia de mis padres”, “La falta de éxito de mi negocio”, etc. El facilitadorr le hará algunas preguntas al respecto de los hechos sobre su planteamiento de conflicto.
En función de ello, el facilitador le pide al cliente que escoja, de entre los asistentes, a alguien que represente a la persona, personas, emociones, etc… involucradas y escoja también a alguien que le represente a sí mismo y los sitúe en el espacio de la forma que desee. Con base en esta primera imagen, el facilitador tiene un diagnóstico inicial a partir del cual comienza a desarrollarse el trabajo. En ocasiones el facilitador pregunta a los representantes cómo se sienten o les pide que digan ciertas frases breves, sanadoras, que sacan a la luz algo oculto y facilitan el que se pueda llegar a una imagen de solución. Sin embargo, en otros momentos puede requerirse un trabajo más profundo y abstracto en el que no se llega a saber quién representa qué, sin embargo, se consigue un movimiento que resulta muy sanador en varios niveles.
¿Cómo prepararse para una Constelación Familiar? Texto de Peter Bourquin
I. Actitud:
Trate de estar descansado con una mente clara y un cuerpo relajado. Controle sus expectativas. Un terapeuta no es un mago. Ninguna Constelación Familiar es una solución, es más bien un acto de ver con lucidez una situación propia, lo que en consecuencia puede llevar a un principio de solución.
Ya sea que usted haga su propia Constelación o no, las personas siempre se benefician al ser un representante o sentarse en el círculo de personas que sostienen la Constelación. Tome todo el tiempo que necesite para observar el estilo del terapeuta para asegurarse de que se siente bastante cómodo de que él pueda facilitar su propia Constelación. Para algunas personas esto puede exigir uno o dos talleres para llegar a este punto.
Si hace su propia Constelación, prepárese para contenerla silenciosamente adentro de usted mismo. Usualmente es mejor si usted no lo habla con nadie después, ya sea durante el taller mismo, o con la familia y amigos en los primeros días siguientes.
II. Representación:
Ser un representante no implica actuar ningún papel como actor o actriz. Al contrario, es colocarse en el lugar de otra persona. (Es simplemente sentir en el cuerpo las diferentes sensaciones que perciba sin juicio alguno. Reyes Elías Barrero)
Como representante relate o entregue la información, fijándose sencillamente en las sensaciones, sentimientos e impulsos que surjan adentro suyo. Es una buena idea empezar con sensaciones físicas.
No existe lo correcto o incorrecto. Solamente relate sus propias experiencias sencillamente.
Resista la urgencia de inventar finales felices. Es el trabajo del facilitador trabajar hacia una resolución. El proceso es mucho más efectivo si los representes mantienen su integridad.
III. La propia demanda:
Preparándose para su propia constelación:
Cualquier pregunta o preocupación que lleven a una Constelación deberían ser sobre un problema o una situación seria para usted. Una Constelación fundada en un asunto trivial tiene poca energía y es poco probable que le ayude.
Demandas más claras llegan a mejores resultados. En vez de decir “yo quiero sentirme más feliz” es más útil decir “me agobia la situación con mi pareja en casa, y quiero ver lo que puedo hacer.” Puesto en estos términos, la demanda le permite a usted adueñarse de la situación, haciéndose responsable de ella. Esto usualmente lleva a una constelación más beneficiosa.
IV. Información:
Para hacer una constelación, reflexione acerca de la historia de su familia.
Es útil saber los hechos básicos de su familia. Es decir, quien tenía destinos especiales como morir joven o tener enfermedades crónicas y serias, o inmigración. También es bueno pensar quién pertenece a su sistema familiar. Los personas que pertenecen al sistema de la familia, incluido aquellos a menudo olvidados:
– Los hijos, incluyendo aquellos que nacieron muertos y los que murieron jóvenes.
– Los hermanos, incluyendo aquellos que nacieron muertos y los que murieron jóvenes.
¿Qué debo de hacer tras una Constelación? Texto de Bert Hellinger
Las Constelaciones actúan, cuando uno las deja exactamente de la manera en que las vió. Es una imagen espacial y atemporal de las profundidades y tiene su fuerza cuando uno lo deja tal cual. Cualquier discusión sobre su contenido destruye la imagen.
Lo mismo se aplica cuando uno acaba de trabajar, alguno del grupo se le acerca después a preguntarle: ¿cómo te ha ido?, ¿qué harás ahora? Lo que están haciendo es picotear su alma. Es fatal, invadir de esta manera el alma de otra persona como si tuviéramos el derecho de hacerlo. Ninguna persona tiene el derecho de hacerlo. Tampoco sirve intentar consolarlo. La persona es fuerte. Quien intenta consolar, es débil. Este es en realidad quien no soporta el dolor del otro. Porque en el fondo no quiere consolar al otro, sino que utiliza al otro para consolarse a si mismo.
No hay que interferir. Y eso es válido para todo este trabajo.
La persona misma tampoco debe actuar inmediatamente. Así no funciona. La imagen tiene que descansar en su alma. A veces durante mucho tiempo, quizás medio año o más. Y uno no hace nada para cambiar. Las imágenes ya actúan, simplemente estando. Y al cabo de un tiempo en el alma se reúne la fuerza necesaria para hacer lo correcto. Aquello que es correcto y bueno será diferente de lo que uno ahora acaba de ver. El alma de la persona sabe mucho más todavía y al final uno sigue a su propia alma y así tiene la plena fuerza.
Por tanto no sigue ni al terapeuta ni tampoco a esta imagen. Uno sigue a su alma. Pero esta imagen ha impulsado algo en su alma que posteriormente hace posible el actuar.
Así hay que manejar estas imágenes.